Por ALFONSO OCANDO

El agua es esencial para la vida y es importante elegir la adecuada para mantener una buena salud. En los últimos años, el uso de agua purificada y agua alcalina se ha vuelto muy popular debido al gran impacto en nuestra salud. En este artículo, vamos a explorar los beneficios de ambos tipos de agua.

Agua purificada

El agua purificada es una alternativa más segura y saludable a la del agua de grifo, porque ésta a menudo contiene agentes contaminantes como plomo, cloro y arsénico. Al purificar el agua, se eliminan estos contaminantes y se asegura una mayor calidad y pureza del agua que bebemos. Esto puede ayudar a mejorar la digestión, aumentar la hidratación y prevenir enfermedades relacionadas con la ingesta de agua contaminada.

Además, el agua purificada también puede tener un impacto positivo en nuestra piel, ya que la eliminación de los contaminantes puede ayudar a reducir la aparición de impurezas y manchas.

Agua alcalina

El agua alcalina es un tipo de agua que se caracteriza por tener un pH más alto que el agua normal, lo que significa que es menos ácido. Se cree que el agua alcalina puede ayudar a equilibrar el pH de nuestro cuerpo y prevenir enfermedades relacionadas con un pH desequilibrado, como la acidosis.

Además, el agua alcalina también puede ayudar a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes, así como a reducir la aparición de arrugas y manchas en la piel.

Una de las diferencias más significativas es que el agua alcalina contiene los minerales esenciales que necesita nuestro cuerpo como: Magnesio, Potasio, Calcio y Zinc. Esos minerales no se pueden conseguir en otro tipo de aguas.

En resumen, tanto el agua purificada como el agua alcalina pueden tener un impacto positivo en nuestra salud, desde mejorar la digestión hasta prevenir enfermedades relacionadas con la ingesta de agua contaminada. Al elegir beber agua purificada y alcalina, podemos estar seguros de que estamos brindando a nuestro cuerpo los nutrientes y la hidratación que necesita para funcionar de manera óptima.

¿Qué diferencia hay entre un filtro y un purificador de agua?

Un filtro de agua y un purificador de agua son dos equipos que se utilizan para mejorar la calidad del agua que bebemos. Sin embargo, existen diferencias clave entre ellos.

El filtro convecional es un dispositivo que se utiliza para eliminar las impurezas presentes en el agua como el cloro y la cloronima (combinación del amoníaco con el cloro), entre otraos; estos filtros no son capaces de eliminar virus, bacterias y otros patógenos.

En cambio, un purificador de agua es un Sistema más completo que se utiliza para eliminar las impurezas y los patógenos del agua. Estos purificadores pueden utilizar diferentes tecnologías, como la luz UV, la filtración por carbono o la ósmosis inversa, para garantizar que el agua sea mucho más segura para beber.

En resumen, los filtros de agua se utilizan principalmente para mejorar el sabor del agua, mientras que los purificadores de agua se utilizan para mejorar la seguridad y la salubridad del agua. Es importante elegir el dispositivo adecuado según tus necesidades y preferencias.

Ventajas de tener un purificador de agua:

            En la actualidad, cada vez son más las familias que se preocupan por la salud y el medio ambiente; es por eso que, tener un purificador de agua en casa es sumamente importante y prioritario. Hay muchas ventajas al tener un purificador de agua, y aquí se presentan algunas de las más destacadas.

En primer lugar, los sistemas de purificación mejoran la calidad del agua al eliminar los contaminantes y las impurezas. Esto no solo mejora el sabor y el olor del agua, sino que también aumenta la seguridad de la ingesta de del vital líquido. Al tener una fuente confiable de agua limpia y segura en casa, se puede estar tranquilo de que la familia está consumiendo un agua de calidad y sin preocupaciones.

Además, tener un purificador de agua también puede ahorrar dinero a largo plazo. El costo de adquirir agua embotellada constantemente puede ser significativo, pero con un sistema de purificación, se puede disfrutar de agua 100% potable sin tener que gastar tanto dinero.

Tener un purificador de agua también contribuye a la sostenibilidad ambiental. Al reducir la necesidad de agua embotellada, se puede disminuir la cantidad de botellas plásticas que se generan y se desechan. Esto es una forma fácil y efectiva de contribuir a la conservación del medio ambiente.

En resumen, tener un purificador de agua en casa es una inversión inteligente para la salud, el bolsillo y el medio ambiente porque te ayudará a mantener los hábitos para una vida saludable; así que no hay excusas para no tener uno en casa.